Seguro que te ha pasado alguna vez que te acercas a la farmacia en busca de un remedio para la tos y que al atenderte te hacen un montón de preguntas para saber cual es el tipo de tos. Es probable que hayas pensado: “Qué sé yo cómo es mi tos. Es tos y es molesta” y/o “¿Por qué me hace tantas preguntas? Que me dé algo para calmar la tos y ya”
Pues bien, no es que los farmacéuticos seamos unos cotillas y preguntemos por simple curiosidad, no. Es que la tos es un mecanismo de defensa de nuestro organismo y en función de cómo sea y de cual sea la causa que la produce deberemos recomendarte algo para calmarla o, al contrario, algo que favorezca que la reacción normal de tu cuerpo -toser- sea más efectiva.
Tipos de Tos
Es una tos en la que no se elimina mucosidad, es irritativa y muy molesta. Al toser se produce más irritación y se agrava el problema pudiendo llegar a convertirse en un círculo vicioso. Suele estar asociada a inflamación de la garganta o las vías respiratorias altas, pero también podría deberse a alergias, reflujo, al uso de algunos medicamentos o tratarse de una tos nerviosa.
Lo que notamos si tenemos tos seca es un “picazón” o picor molesto y constante que nos hace toser. Nos dan “ataques” de tos, especialmente molestos por las noches.
Para esta tos suelen indicarse medicamentos antitusígenos que la supriman o la calmen.
Para aliviar una tos seca resulta útil mantener una adecuada hidratación mediante la ingesta de líquido (agua, zumos, caldos, ...) y también en el ambiente con el uso de humidificadores.
Es una tos acompañada de abundante mucosidad en la garganta o en las vías respiratorias. En ocasiones al toser esa mucosidad se elimina fácilmente y en otras ocasiones cuesta que la expectoración se produzca.
Cuando la expectoración se produce identificamos muy bien el tipo de tos, pues notamos que eliminamos los mocos. Cuando la mucosidad, aunque este ahí, no se elimina podríamos llegar a confundirnos y pensar que tenemos tos seca, aunque en general sí que notamos la mucosidad y que no somos capaces de expulsarla.
La mucosidad debe eliminarse, y es la tos la que ayuda en el proceso de limpieza. Por eso solamente en el caso de que resulte muy molesta -por ejemplo, por que impida el descanso nocturno- se tratará con antitusígenos para eliminarla.
En el resto de los casos se recomienda el uso de medicamentos mucolíticos y expectorantes que hacen que el moco sea menos espeso y más fácil de eliminar al toser. Según vayamos eliminando las flemas, irá desapareciendo la tos. En este caso también es importante beber mucho líquido, que facilita la expulsión de las flemas, y hacer lavados nasales con agua de mar.
Además, cuando en tu farmacia te “interroguen” no te olvides de decirles si eres diabético o tienes alguna otra enfermedad, si estas embarazada, si tomas alguna medicación y si tienes algún otro síntoma (fiebre, congestión, dolor, …) así les ayudarás a que te recomienden el producto más adecuado para ti o te deriven al médico en caso necesario.